El Departamento de Ciberdelitos y Tecnologías Aplicadas surge como respuesta ante la necesidad de operativizar un trabajo coordinado y colaborativo de los recursos tanto personales como materiales de la provincia en su conjunto.
Los delitos informáticos, son una manifestación criminal que trasciende las fronteras de los departamentos judiciales, la provincia, y hasta el territorio nacional. Y más allá del tipo penal en particular, es cierto que cualquier hecho delictivo, puede estar atravesado por componentes digitales, tanto en su modalidad de comisión, como en la prueba de los hechos que puede consistir en evidencia digital, la cual necesita ser colectada bajo determinadas condiciones de seguridad.
La tecnología tiene una alta incidencia en la vida cotidiana de las personas. Sabemos cómo los dispositivos móviles y la conectividad a internet van dejando una huella o registro “digital” de cada individuo y cómo esa particularidad de la vida moderna, alcanza también a los hechos delictivos. Por ello necesitamos estar preparados para hacernos de esa información bajo los resguardos de las ciencias forenses y estar en condiciones de analizarlos adecuadamente para transformar esos datos en evidencia válida para los procesos penales.
En vista de esto, surge la necesidad de adecuar los procesos investigativos a las nuevas tecnologías puestas a disposición de dicha actividad, así como propiciar una correcta metodología de trabajo sobre la evidencia digital, para que pueda incorporarse adecuadamente a los procesos y llegue apropiadamente a su producción en juicio.
En este sentido, resulta fundamental que más allá de relevar los recursos con los que cuenta el Ministerio Público a estos fines, se capacite y se genere una cultura del trabajo colaborativo de todos los agentes al servicio de la investigación, atendiendo al principio de unidad y entendiendo que los delitos, especialmente los que implican el uso de elementos tecnológicos, no conocen fronteras territoriales, que los “ciberdelincuentes” se refugian en el anonimato que proporciona el entorno digital y que la evidencia digital es sumamente volátil, por lo cual, se requiere un tratamiento muy especial.
Las Guías de Investigación Digital son una serie de herramientas destinadas a referentes provinciales en investigación digital y en estafas con componentes tecnológicos, así como a la red de especialistas en dispositivos móviles, la red de peritos informáticos y la red de analistas digitales.